En la historia empresarial, hasta finales de la última década del pasado milenio, se asumía que la responsabilidad de las empresas era únicamente generar utilidades.

Los cambios que se han dado en los negocios, en su forma de hacerlos y, entre otros, el impacto del desarrollo tecnológico, han hecho ver que en realidad no es suficiente ni aceptable ese concepto. Por el contrario, las empresas, así como los empresarios y directivos, en la medida en que intervienen en la vida de quienes hacen parte de ellas y su medioambiente, hacen parte de una realidad social que también requiere de su aporte.

Es así como la empresa debe tomar en cuenta que tanto sus actividades como la responsabilidad y ética con la que las desarrollan afectan, positiva o negativamente, la calidad de vida de sus empleados y de las comunidades y de la sociedad y país o países en las que realiza sus operaciones.

Business Strategy desde su inicio ha sido consciente de que para que la empresa actúe con responsabilidad ética social, desde una perspectiva sistémica y amplia, es necesario que esos conceptos sean incorporados a sus procesos de gestión y, por lo tanto, que pase a formar parte integral de sus estrategias de negocio y de su sistema de planeación interna.

En este aspecto Business Strategy ha estructurado su código de ética empresarial e incorporado en su plan de acción el participar en grupos de investigación y evaluación de actividades que se relacionan con los servicios que presta, así como, los relacionados con las comunidades que hacen parte de su entorno.

En esa línea de acción, participa:

  • En proceso de identificación de formas para que jóvenes de escasos recursos puedan tener acceso a conocimiento que les permita avanzar.
  • Con Business Global Group, en la estructuración del emprendimiento de mujeres cabeza de hogar,  a través del fortalecimiento de sus habilidades para el desarrollo de manualidades y en la planificación de su proceso de venta.